El arte de vivir en modo cooperativo
Roque Pedraza - Psicoterapeuta
Bienestar / 9 enero 2020
Los humanos somos seres sociales por naturaleza, esto se evidencia, por ejemplo, en que después de nacer, tardamos varios años en valernos por nosotros mismos a diferencia de la mayoría de los animales. Somos los seres más desarrollados del planeta, por nuestras capacidades y destrezas, pero somos de los más vulnerables en cuanto a que necesitamos de los otros para sobrevivir desde el inicio de la vida.
Estamos diseñados para construir vínculos, y son precisamente estos vínculos los que nos permiten – entre otras cosas – construir una personalidad sana y madura. Sin embargo, en distintos momentos de nuestro proceso de socialización, aprendimos actitudes marcadamente competitivas que nos llevaron a emitir conductas agresivas y desleales con los demás.
En diversos escenarios como la educación y las empresas, todavía se privilegia la capacidad de cada individuo de producir y lograr por sí mismo las tareas que se le asigna. De esta manera nos resultó sencillo aprender a competir; por ejemplo, en los colegios inventaron cosas como “el cuadro de honor”, en las empresas consiguieron instalar “el trabajador del mes”, ambas iniciativas surgen como forma de premiar el desempeño individual de cada uno, lo cual no está mal, el problema es que esto nos lleva a una gran contradicción: quieren que trabajemos cooperándonos, pero nos acostumbraron a competir entre nosotros por quién es el mejor.
Quizás esto permitió que, durante mucho tiempo, nos hayamos dedicado a esperar la aparición de salvadores o mesías que surjan como respuesta ante los distintos momentos de crisis. Nos acostumbramos a buscar personas que, con sus capacidades extraordinarias y sus actitudes heroicas, tomen la rienda de la situación y la transformen para el bien de todos, buscamos caudillos.
Sin embargo, es en medio de las crisis que solemos darnos cuenta de lo mucho que podemos lograr en cooperación con los demás. Descubrimos que somos todos quienes de forma organizada podemos decidir sobre nuestro destino sin esperar a que alguien nos lo defina. Hemos aprendido que ninguno es tan importante como todos nosotros juntos. Hemos sabido superar la lógica competitiva con la que crecimos, y aunque aún nos falta mucho por recorrer, estamos aprendiendo el arte de vivir en modo cooperativo.
Es importante promover con más énfasis el trabajo cooperativo, para ello debemos reeducar, partiendo del reconocer y aceptar que cada persona posee; habilidades, capacidades y destrezas que puede llegar a complementar con los otros miembros del grupo al cual pertenece. En el entendido de que la unión hace la fuerza.
Importante tomar en cuenta que muchas “iniciativas” que surgieron hace años, no acompañan a nuestra realidad actual, especialmente las escuelas… necesitan un cambio urgente! Menos competitividad más cooperación! Gracias por tan lindo post! Saludos!